Intentaré sortear los detalles excesivamente nostálgicos, aunque me va a costar. Después de hacer las primeras grabaciones en cuatro pistas de cinta!! Y de los primeros pasos de la informática musical, aunque parezca ahora que existiera desde siempre, hubo un momento en que poder grabarte en tu propia casa canciones en las que sonara una banda entera era para echarse a llorar por lo milagroso. Este avance prodigioso seguramente fuese responsable del aislamiento y la total pérdida de vida social de muchos jóvenes en la década de los noventa. No seré yo quién juzgue ahora eso, no creo que yo fuese uno de los más afectados aunque sí que me pasé, a lo sumo, tantas horas delante del ordenador poniendo nota a nota cada golpe de batería, como de parranda con los amigos (al menos durante un periodo de tiempo). Cualquier sonido, ritmo, acorde daba pié a experimentar. Era una especie de laboratorio secreto donde probar cualquier cosa probable. De ahí salieron algunas grabaciones que para mí son entrañables, por la inocencia que me desprenden y la impudicia con la que estuvieron hechas. Aquí tenéis algunas de esas grabaciones a modo de documento sonoro. Tratarlas con cariño que son bebés ;-)