Esto se remonta a mediados del 1999, cuando escribí un par de canciones, por aquél entonces bastante diferentes al tipo de música que acostumbraba a escuchar. Cantadas por mí, os lo podéis imaginar, quedaban pronunciadamente sombrías. A la espera de encontrarles un aire algo más luminoso se quedaron en un cajón un largo tiempo.

Cierto día las recuperé y escribí algunas más siguiendo la misma línea. En mi cabeza sonaban mucho mejor con una voz femenina, añadiendo cierta dulzura era probable que sonaran menos..mmm opacas¿?. Por recomendación de un par de amigos contacté con Ruth Sharp, cantante brillante escocesa afincada en Girona. Ella les dio la luminosidad que creo requerían y me aportó una impagable ayuda con pequeños flecos de las letras. Estuvimos trabajando en ellas intermitentemente durante unos tres años aproximadamente. Dadas nuestras agendas y el ver que se me volvían a escapar de las manos aletargándose y quedando una y otra vez al final de la ‘lista de cosas pendientes’ tuve que tomar una decisión. Ya se lo dije pero aprovecho la ocasión para repetirlo, Ruth, my sincere apologies… Quería sacármelas de la cabeza! Me empezaban a pesar demasiado.

Cierto día en un concierto oí cantar a una chica y me dije, ‘es ella!’. La llamé al día siguiente y pareció interesarle la idea. Fue así como conocí a Helena Masó. Nos pusimos a trabajar en las canciones y a mi parecer todo fluyó. Su voz encajó a la primera, les supo dar el sentido y la textura. Cómo canta esta niña!

Desde entonces tengo las grabaciones a la espera de poder mezclarlas en condiciones. Por el momento añado algunas en su versión demo, una premezcla rápida. Juro acabarlas del todo un día, lo juro!!