Ignasi Bosch

DesNudos

Al llegar a la isla me instauré una especie de ritual sencillo pero a su vez reconfortante. Cada viernes, al acabar el día, abría una botella de vino mallorquín y a la tenue luz de unas velas jugaba a manosear mi vieja guitarra. Y vestido tan sólo con unos acordes buscaba cabos sueltos y nudos por deshacer. Palabras que querrían haber sido dichas pero que por la razón que fuese no llegaron a salir.

De ahí surgieron algunas cancioncillas que fui grabando a modo de recordatorio. Me complace mucho compartirlas no sin cierto pudor y algo de timidez.

Espero que sean de su agrado, bon appetit ;-)


DesNudos: