Se dice que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, no sé si estoy muy de acuerdo con esa afirmación, ya que no creo que se haya comprobado de manera muy fi dedigna. Sin embargo entiendo que no es algo literal, de lo que estoy seguro es que si pudiésemos ver situaciones concretas, en cualquier momento de la historia de la humanidad, podríamos observar pautas que se han repetido desde los tiempos de los tiempos. Aspectos en los que la supuesta evolución no ha causado ni el más pequeño cambio.
Este escrito va un paso más allá del anterior, se complica un poco con el hecho de que los personajes van adquiriendo distintos roles a lo largo de los acontecimientos. Los papeles son los mismos Fausto el que se deja tentar, Siebel el abnegado dispuesto, incluso dispuesto a dejarse tentar y Valentín el cercano y fraternal.
Uno de los cambios más destacados es que Mefistófeles sí que entra en la acción como una fi gura más y no sólo como mero concepto. A partir de aquí los acontecimientos van transcurriendo con un único punto en común: Margarita, que aquí es él, Mefistófeles.