La Naturaleza es otro término de esos que abarca hasta lo que uno esté dispuesto a llegar, incluso más allá.
En este caso lo ubiqué en la Naturaleza del hombre en cuanto a comportamiento. Y en este caso sin quererlo le di la mano, aunque en términos algo distintos, al condicionamiento operante al que hace referencia B.F. Skinner. La existencia o no de un “destino” predeterminado, que se apoya en la voluntad de una conciencia superior, puede dársele la vuelta y convertirse en una mera permutación de la cantidad de variables dadas a partir de un momento concreto, unas circunstancias concretas y unos condicionamientos
concretos.
Eso pone en “jaque” el concepto de “libertad”, pues lo que para nosotros nos pueda parecer una elección propia y tomada libremente a voluntad puede llegar a ser algo totalmente previsible teniendo en cuenta los factores mencionados. La casualidad y la causalidad llegan a fusionarse y crear algo difuso donde resulta difícil separarlos o distinguirlos.
Desde el “Zoom10” todos seguimos al pié de la letra el “plan” establecido y no está en nuestra mano modifi car lo más mínimo el resultado fi nal. Aceptemos eso sin que interfi era en nuestro camino, vaya donde vaya.
Naturaleza
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