Ignasi Bosch

Órbitas I

En la llanura, sin apenas un punto de referencia da la sensación que el paso es firme y derecho y que se avanza de forma rectilínea. Supongamos que existe una pequeña tendencia a desplazar el paso ligeramente hacia la derecha. Pues resulta que tarde o temprano habremos descrito un círculo y nos encontraremos exactamente en el mismo lugar. Si la tendencia es algo más exagerada, entonces el círculo será más pequeño y la desviación más pronunciada. Caminar completamente recto sin ninguna guía es prácticamente imposible. Otra opción sería que las tendencias fueran alternándose de manera coordinada para compensarse mutuamente… cosa igual de improbable. La cuestión es que nos encontramos dando vueltas sin percatarnos de ello y no hay manera, a priori, de saberlo.

Una opción podría ser poner algún tipo de marca, algo duradero que no se borre con la leve brisa que azota constantemente y que se encarga de borrar las huellas de los trayectos anteriores. Una marca suficientemente detectable. A la que nos la encontremos de nuevo sabremos que no estamos avanzando de la forma que creíamos. La siguiente cuestión sería saber hacia cual de los lados nos desplazamos. Eso ya es un poco más difícil pero una manera podría ser desplazarse conscientemente hacia uno de los lados, si reaparece y lo hace en un tiempo menor será que debemos compensar hacia el otro. ¿A que suena fácil?


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