A pesar de que en realidad se empieza tan sólo una vez y todo lo que le sobreviene es pura continuación, a pesar de ello es cierto que en ocasiones se presentan situaciones que bien podrían pasar por nuevos comienzos en un mismo camino. Como distintas etapas que comparten un mismo viajero. Lo que yo llamo reencarnaciones. De la misma manera que los retornos no son regresos ya que se trata de llegar a un sitio ya visitado.
Las últimas bocanadas de aire antes del nuevo despertar que se va acercando, cada vez a mayor velocidad. Cierro mis ojos e intento retener los aromas en mi memoria, seguro que un día hurgaré por los recónditos rincones de mi mente buscándolos. Quién sabe si desesperadamente.
Por el momento me quedo con esta espera sosegada, extrañamente tranquila. Me vienen a la cabeza trozos de las lecciones aprendidas, junto con la imagen y la esencia de las personas que me brindaron la ocasión de aprenderlas.
4 reencarnación. Año cero
Y reinventaré mi voz, para que esta sea más fuerte y clara, para que mis palabras sean más sinceras y concisas
Y expandiré mis raíces, para que se alimenten de tierras más lejanas que las que me acunaron y pueda crecer un tronco más robusto y grueso
Y saborearé cada bocanada de aire como una ofrenda y escuchare cada sonido como un acorde
Para hacer el mundo un poco más pequeño y mi mundo un poco más grande
Y lloraré como un niño para despertar al hombre, y viviré como un hombre para redimir al niño