Como concepto es básicamente utópica. Ya que tanto la sociedad como la propia naturaleza están plagadas de leyes y por definición contrarias a la libertad como concepto.
También es conocida la frase de que “la libertad de uno acaba donde empieza la libertad del otro” de manera que una libertad acotada y limitada en cierta manera deja de ser libertad, repito, como concepto.
Desde un marco algo más pragmático podemos llevar el término algo más allá y buscar por ejemplo algún antónimo que nos permita entrever unos parámetros en los que nos podamos mover y encontrar el concepto en un rango más plausible.
¿Qué es lo que de alguna manera rompe o contradice lo que podríamos llamar libertad?
Socialmente hablando podríamos referirnos básicamente a la represión, el control. Pero éstos no son más que finalidades, el arma que procuran estas necesidades no es más que el miedo.
Por tanto podríamos decir que la libertad podría ser la total ausencia del miedo.
El miedo sea seguramente el mayor de los condicionantes. Actuar sin miedo significa actuar a voluntad, la voluntad de uno.
La pregunta no es cómo conseguir la libertad, la pregunta es qué hacer con ella.