Tan misterioso como inimaginable. Cada vida es única, subjetiva, intocable. Y aunque casi todas ellas transcurren por el mismo sendero, algo hace que sean distintas.
Uno se encuentra a sí mismo en el cruce, justo entre el inicio y el final de ese sendero.... y se pregunta.....
N.- ¿De donde vienes?
M.-Poco importa eso... a ti no te serviría.
N.-Pero puedo aprender de lo que a ti te haya pasado.
M.-Puede, aunque es probable que ignorases mis consejos y olvidases mis palabras... ¿cuántas veces has hecho lo que se te dijo que no hicieras?
N.-Nadie puede decirme lo que debo hacer o lo que no debo hacer. Solo te pedía una información para poder usarla a mi manera, aprender de los errores ajenos.
M.-Las palabras sólo son palabras cuando hay en juego algo importante.. Te podría contar mil cosas que haría y que no hice, o mil cosas que no volvería a hacer... Aunque lo más probable es que repitiese mis actos si me volviese a encontrar en la misma situación sin saber lo que sé ahora. Debes cometer tus propios errores para llegar a saber lo que sólo tu sabrás.
N.-Pero una vez haya aprendido ya será demasiado tarde, ¿no?
M.- No necesariamente. Seguro que de algo te sirve, aunque no seas consciente de ello. Además, todo debe seguir su curso y querer saltarse un paso conociendo las respuestas de las preguntas que más adelante se te presentarían no haría sino cambiar esas preguntas.