Ignasi Bosch

Recuerdos

Los recuerdos son ese cúmulo de imágenes, sensaciones, sabores, olores… cachitos de vida seleccionados en ocasiones por su trascendencia, en otras por su peculiaridad… y en algunas otras por algún misterioso criterio.
Con el tiempo incluso llegamos a moldearlo. O a borrarlos directamente cuando se trata de algo traumático o simplemente indeseado, la llamada memoria selectiva. Quién la controlará… supongo que una vez más la más sabia, la que procura por nuestra cordura.

¿Cuál es nuestro primer recuerdo? Mezclados cronológicamente como están, seguramente sea difícil encontrarlo. Pero en algún rincón debe estar. De hecho creo que tenemos más rincones de los que creemos. A veces, por algún motivo, aparecen recuerdos escondidos, adormecidos, despertados por alguna razón.
Ojalá pudiésemos recuperarlos a conciencia, para no olvidar. Para recuperar cada momento de nuestra vida.
Pero hasta qué punto son nuestros propios recuerdos ciertos… o simplemente reales… Los hacemos nuestros tal como somos, únicamente de esa forma se entienden. Nuestros recuerdos leídos por alguien ajeno perderían el significado.

Recuerdo pinceladas, aunque no soy el mismo. Pasan por todo un filtro que me alejan de la esencia, pero siguen siendo míos… de nadie más.
Recuerdo la playa, el mar… el sabor a sal, arena por todas partes… parte de mí, el calor de verano. También recuerdo la soledad, la nostalgia, el frío del invierno. Los contrastes casi siempre han estado presentes, la dualidad… La mitad del ciclo abierto al mundo, conociendo, compartiendo… la otra cerrado en mí, conociéndome... o al menos dudando, que es un paso.
Recuerdo injusticias… las injusticias que pueda ver un niño. Esos ¿Por qué? Fruto de tanta ignorancia. Y un vacío por ver con mis ojos de ahora lo que debió ser. Qué difícil debe ser ser padre.

Procurar por ellos y procurar por ti. Una vez más querer es sufrir.
Por un lado la ilusión, por otra desespero. Alguna vez miedo, pero sobretodo protección, empeño.

Se me marcaron aromas. Aromas de tardes de primavera y de otoño… curioso. También aroma a pino de verano.
Colores. El blanco de la nieve, y eso teniendo en cuenta que la nieve no ha sido un factor muy frecuentado, pero aún así. Los infinitos azules del mar. Ese gris oscuro del invierno. Y el también oscuro cielo de tormenta de verano.
El tacto de la ardiente arena, esa arena gruesa que tan placentera es apretar entre las manos y que hace ese ruido tan único.
El gélido aire de esos inviernos por la mañana que conseguía anestesiarte la nariz y los labios. Sabor a sal de ese mar omnipresente cada verano. Y de esa leche calentita con cacao de todas esas mañanas que nos traía a la cama.


Descarga pulsando aquí

Diseño y maquetación: Mariona Maresma

Palabras elementales: